Ocho países, cinco de ellos africanos (Cabo Verde, Ghana, Kenia, Marruecos y Sudáfrica) y tres latinoamericanos (Brasil, Argentina y República Dominicana) aspiran a tener una oficina regional de la Organización Mundial del Turismo (OMT), cuestión que se va a abordar en la XXIV Asamblea General que comienza este miércoles en Madrid.
Esta Asamblea -inicialmente iba a ser en Marrakech (Marruecos) pero ese país desistió de su organización por cuestiones sanitarias- pretende consolidar la recuperación del turismo mundial y aprobará también, previsiblemente, el presupuesto para el periodo 2022-2023, que asciende a 30,43 millones de euros.
Después de que en mayo pasado se inaugurara la oficina regional para Oriente Medio en Riad (Arabia Saudí), los ocho países han comunicado al secretario general de la organización, Zurab Pololikashvili, su intención de abrir estas subsedes, dependientes de la central mundial, ubicada en Madrid.
La OMT es el organismo especializado más reducido del sistema de Naciones Unidas, a pesar de que da servicio a un sector que es la tercera mayor categoría en ingresos por exportaciones después de los combustibles y los productos químicos (según sus datos relativos a 2019).
La organización explica que está adentrándose en una dimensión plenamente multilateral y pretende desplegar su presencia regional, en línea con otras agencias de Naciones Unidas, en las que la tendencia es tener, como media, cinco o seis oficinas regionales para conectar mejor su sede con las operaciones en el terreno.
La primera Oficina de Apoyo Regional para Asia y el Pacífico de la OMT se constituyó en 1995 en Osaka (Japón) para ayudar al desarrollo y la promoción del turismo en la región y en 2012 se trasladó a su ubicación actual a la ciudad japonesa de Nara.
El Estado anfitrión financia el establecimiento, la organización y el mantenimiento de las oficinas regionales, incluidos los sueldos de todo el personal aunque la selección la hará la OMT.
En la presentación de su informe de coyuntura turística ante la Asamblea, el secretario general destacará que las llegadas de turistas internacionales cayeron un 73 % en 2020, lo que se traduce en 1.000 millones menos de llegadas, hasta cifras similares a las de hace 30 años.
Ello produjo unas pérdidas de alrededor de 2 billones de dólares (1,75 billones de euros) en producto interior bruto turístico directo, más del 2 % del PIB mundial, y entre 100 y 120 millones de empleos turísticos directos en riesgo.
El último barómetro de la organización refleja que las llegadas de turistas internacionales bajaron un 20 % en los nueve primeros meses sobre las cifras de 2020 (con mejor evolución en el tercer trimestre por el verano en el hemisferio norte) y siguen todavía un 76 % por debajo de los niveles prepandemia.
Para el cierre de este año, calcula que las llegadas de turistas internacionales se mantengan en todo el mundo entre un 70 % y un 75 % por debajo de los niveles de 2019.
CAPTAR A NUEVOS PAÍSES
La OMT se propone seguir trabajando activamente para atraer a estados no miembros y dará prioridad a los países anglosajones, nórdicos y bálticos de Europa, a las Américas y a Asia y el Pacífico, así como a los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) del Caribe y el Pacífico.
Entre sus prioridades de futuro, la organización apuesta por un turismo más inteligente, mediante la innovación y la transformación digital, que construyan un sector unido en torno a la sostenibilidad y que no dejen atrás a nadie.
Igualmente defiende que el turismo se incluya en las agendas nacionales, regionales e internacionales como un motor fundamental de la recuperación de la economía mundial y que se intensifique la colaboración entre estados, sector privado y las organizaciones internacionales.
Otro de los objetivos de futuro busca escalar y apoyar a 10.000 “startup” (empresas emergentes) y a proyectos innovadores de la Red de Innovación de la OMT, conectándolos con el ecosistema global del emprendimiento turístico para desarrollar proyectos piloto y difundir las soluciones más innovadoras para el sector.
Al tiempo, trata de impulsar la UNWTO Tourism Online Academy para atraer el mayor número de cursos en los seis idiomas oficiales de la OMT para formar a 500.000 personas en los próximos 4 años.